Yucatán es un lugar mágico, cuna de la cultura maya y de grandes personajes modernos, lleno de tradiciones y bellezas naturales. Y si todo ello fuera poco, es también poseedor de una inmensa riqueza gastronómica, formada por la fusión de varios elementos heredados del pueblo maya y otros tantos posteriores a la colonia, que es considerada de las más ricas en sabor, tradición, platillos e ingredientes en el mundo.

Ésa es la tierra que me vio nacer, pero hablemos de mi tema favorito.  Soy mercadólogo de profesión. Educado en la cocina de mi madre, desde muy temprano desarrollé el gusto por las ollas y sartenes. A los 15 años me corrieron de la escuela por mal estudiante y mi padre me obligó a encontrar un trabajo; fue entonces cuando caí en una de las cafeterías más famosas de mi natal Mérida. Después de una semana de jornadas de 14 horas de intenso trabajo, de pelar zanahorias, despepitar guanábanas, cortarme las manos y demás, decidí regresar a la escuela para jurar nunca más regresar a una cocina. ¡Qué irónica puede llegar a ser la vida!  Hoy, en esa misma cocina a la que juré jamás regresar, he encontrado mi pasión y mi modus vivendi.

Actualmente, junto con mi socio Eduardo y después de casi 20 los en la industria, dirigimos un grupo de 23 restaurantes. Es precisamente uno de estos restaurantes el que ha permitido que muchos dirijan su atención hacia nosotros: K’u’uk, que en lengua maya significa “brote o renacer”.

K’u’uk nace después de muchos viajes de investigación, y de entender cómo es que otros países y ciudades usan su riqueza gastronómica como motor de impulso turístico. Es entonces decidimos arriesgarnos a crear un restaurante que lograra atraer a muchas personas a que vinieran a conocer Yucatán por nuestros platos. Siguiendo la tendencia mundial de crear un nuevo estilo de cocina utilizando los ingredientes endémicos, creamos un estilo único y una personalidad para nuestra cocina.

Creamos un laboratorio de investigación gastronómica único en América. Trabajamos de la mano con productores locales, preservando ingredientes endémicos y transformándolos en el propio laboratorio, para poder tener más aplicaciones que puedan servirles a los propios productores para tener un abanico comercial más amplio.

Creamos una “escuela”. Somos el restaurante que más stagers (veteranos) recibe en todo México, y en el que más de 70 jóvenes al año que se inscriben para aprender de nosotros. Sentimos que es una obligación de compartir lo que hacemos con ellos.

Nuestros platos cuentan historias de mi infancia, de mis recorridos por el campo yucateco, de mis sabores favoritos. Trato de contarle al mundo lo increíble que es a Yucatán y sus sabores.

En 8 años K’u’uk ha crecido como restaurante y a mi me ha permitido hacerlo como cocinero. Hemos ido embajadores de nuestra tierra en muchísimos eventos internacionales, hemos sido premiados y mencionados en una gran cantidad de publicaciones gastronómicas de México, Estados Unidos, Alemania, España, China, Francia, Australia, Inglaterra, e incluso del mundo árabe.

Actualmente hemos formamos un Colectivo en conjunto con muchos otros restaurantes, hoteles, cenotes, gente de academia, con el objetivo de dar a conocer la oferta gastronómica de Yucatán, de la tradición a la vanguardia.

Soy un apasionado de lo que hago y un firme creyente que nuestra tierra tiene que ser conocida y estar en boca del mundo entero. Les agradezco su atención y les invito a conocer K’u’uk, pero sobretodo a conocer Yucatán.

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