Nuestro continente nuevo y
antiguo, predestinado a contener
una quinta raza, la raza cósmica, en
la cual se fundirán las dispersas y se
consumará la unidad”.José Vasconcelos.
Por: Roberto Ibarra Garduño, Maese “Bobby”
Con América en el horizonte español, de manera personal del que ésto escribe y sin afanes de ninguna corriente política o ideológica, se pueden considerar muchos aspectos sobre el “Día de la Hispanidad”. Desde aquellos llenos de presagios en la cosmogonía de nuestros antiguos pueblos americanos tomados como funestos, hasta aquellos en que, con todo lo dolorosa que pueda ser, es sin embargo, la verdadera historia del hallazgo de los navegantes comandados por Cristóbal Colón, quienes en 1492 llegan a nuestro continente trayendo consigo la concepción del génesis de nuestra nueva raza mestiza, y con ella las diferentes formas de constituir el mundo, y con ellas las más importantes: el conocimiento y el lenguaje.
Siendo el idioma uno de los valores con mayor riqueza heredada es lo que nos une y nos hace parte de este frondoso árbol americano, de nuestro entendimiento lingüístico, que a su vez retira las fronteras de los países americanos que hablamos la misma lengua y sentimos, quizá, el mismo amor por nuestro origen y nuestra tierra.
Podemos tomar las palabras del máximo poeta mexicano y premio Nobel Octavio Paz quién dice: “La experiencia (…) es universal, pertenece a todos los hombres y a todos los tiempos, pero en el caso de las comunidades de habla castellana aparecen otras características que conviene destacar. Para todos los hombres y mujeres de nuestra lengua, la experiencia de pertenecer a una comunidad lingüística está unida a otra: esa comunidad se extiende más allá de las fronteras nacionales.
Trátese de un argentino o de un español; de un chileno o de un mexicano, todos sabemos, desde nuestra niñez, que nuestra lengua nacional es también la de otras naciones; y hay algo más y no menos decisivo: nuestra lengua nació en otro continente, en España, hace muchos siglos.
El castellano no sólo trasciende las fronteras geográficas sino las históricas, se hablaba antes de que nosotros, los hispanoamericanos, tuviésemos existencia histórica definida. En cierto modo, la lengua nos fundó o al menos hizo posible nuestro nacimiento como nación”. (1)
Así entonces, sencilla y llanamente, el Día de la Hispanidad es para recordar que el 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón y sus navegantes llegaron a América. El concepto es también conocido como “El Día de la Raza”. La raza como concepto histórico define la herencia española fundida a los diversos pueblos de nuestra América, aun cuando en diferentes países se conoce esta costumbre con otros nombres tales como: Día de la Raza, Día de la Hispanidad, Día de la Reivindicación de los Pueblos Originarios, Día de Colón, Día del Encuentro de Dos Mundos”, etc… el motivo es el mismo.
La importancia de la celebración en el mundo hispano es la unidad de los pueblos por la tierra continental, y por la lingüística sin fronteras o de un tronco común. Y estas celebraciones no varían mucho, y se llevan a cabo actos oficiales en cada país que van acompañados de festivales, generalmente artísticos, dónde se hace énfasis en la fusión de las culturas y, a veces, hay expresiones muy importantes que piden por el respeto a los pueblos indígenas.
La Tuna Universitaria, como tal su nombre y apellido lo dice; lleva por bandera la “universalidad” del respeto por las costumbres de los pueblos y sus expresiones culturales. Dentro de esta universalidad está el compartir principalmente la música de uno y de otro lado del Océano Atlántico, es decir, las Tunas españolas han adoptado ritmos y repertorios naturalmente americanos, y de este lado nosotros hemos hecho lo mismo con el arte musical español. Lo anterior es caso como festejar o celebrar “el Día de la Hispanidad” todos los días que se ejerce el que llamamos “Mester de Tunería” o “el correr la tuna”. En suma; el papel de la Tuna es fomentar ese intercambio cultural en diversas disciplinas del arte. El papel es de tender puentes integradores para compartir y respetar, que son algunos de los puntos de componen la unidad Iberoamericana.
En un intento por fortalecer esa unidad Iberoamericana es como nace en Julio de 2020 nace la organización Tunos Decanos de Iberoamérica (TUDI), con el objetivo de unificar a nuestros grupos de los países en una institución que se gobierne y proponga ejemplos con los valores aprendidos en la tunería como son: la fraternidad, la comunicación, el respeto irrestricto hacía las personas en sus derechos y a los pueblos en sus usos y costumbres, en la confianza, en compartir y colaborar en la construcción de nuestra propia historia iberoamericana. Con ello fomentamos y difundimos las costumbres de la vieja guardia escolar. Creemos con firmeza que, para los veteranos de la tuna, más que un privilegio es una responsabilidad enseñar, no sólo por medio de tradición oral, sino debidamente documentada y reforzada con actividades programadas de nuestra área de Academia TUDI, donde ya hemos tenido la presentación de un libro y se llevan a cabo “Conversatorios” con eminentes investigadores de la costumbre estudiantil, tanto de España, Portugal y de América. En este intercambio de experiencias tenemos el tan necesario e importante proceso de enseñanza-aprendizaje en nuestra comunidad de tunos. Tenemos también la organización de encuentros musicales, la divulgación de obras literarias especializadas en tema de la historia de la estudiantina o tuna concentrados en nuestra Biblioteca TUDI, y contamos también con una Fonoteca TUDI donde se tiene el acervo musical.
Todo lo anterior es y tiene el centro emotivo de los tunos para compartir lo que se tiene y que se ofrece tan generosamente. Tan solo esta acción nos permite estar unidos, sentirnos parte de un todo, el trabajo conjunto, las satisfacciones, a veces la preocupación y todo lo que conlleva el trabajo en equipo. El resultado es, y debe ser, siempre ser y estar felices con lo que hacemos, funcionamos gracias a que tenemos la identidad del tuno universal. Todo es bienvenido a este gran hogar que es nuestra querida organización: Tunos Decanos de Iberoamérica, aquí, estás entre hermanos.
No pretendiendo dejar fuera a nadie, pero mucho de la unidad de los pueblos y que nos veamos como una sola América unida, reconociendo la importancia de nuestro origen como parte de la raza Iberoamericana; se simplifica maravillosamente en una frase de José Vasconcelos, que nos une y es ya de carácter universal:
“Por mi raza hablará el espíritu”
Roberto Ibarra Garduño
Maese “Bobby”
Formado en el oficio de las Letras por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es responsables de las cápsulas culturales “El tintero del Bachiller” del programa de TVUAQ ¡Viva la Estudiantina! de la Universidad Autónoma de Querétaro, y ha sido participado en foros organizados por la UNAM, la UAEM, la UAQ y La Serena, Chile.