Por Irma Espnosa y Giovanna Facheli

Según la parapsicología, los sucesos paranormales se dan a través de infestaciones: aparición de hechos inexplicables de espíritus no humanos. Por lo general son ruidos, aromas, luces encendidas o apagadas, objetos que se mueven, descenso muy perceptible de temperatura, voces, puertas o ventanas que se abren o cierran sin razón, golpes, etc. Las causas pueden ser muchas pero generalmente se deben a energías muy negativas que generan los habitantes de cierto lugar con tensiones, penas, desengaños, euforias y/o enfermedades mentales que derivaron en asesinatos, muertes accidentales o suicidios. Son muchos los lugares que pueden albergar este tipo de fenómenos: castillos, hospitales, cárceles, iglesias y casas. Muchos de estos lugares se abandonaron por el miedo a presenciar o convivir con cualquier situación sobrenatural.

Atrévete a conocer los cinco lugares embrujados más emblemáticos en Ciudad de México.

La Isla de las Muñecas en Xochimilco.

Xochimilco es uno de los lugares más antiguos de la gran Ciudad de México cuya fundación se calcula en el año 1352. En 1987 se le declara “Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad” por la UNESCO, con la finalidad de conservar su cultura y medio ambiente lacustre. Xochimilco es uno de los atractivos turísticos más importantes de la ciudad gracias a sus famosas trajineras y al ambiente que se vive. Pasear en trajinera entre flores, artesanías, bebidas, antojitos mexicanos y la entrañable música del mariachi es un imperdible. Uno de los puntos más importantes en el recorrido es la “Isla de las Muñecas”. Se cuenta que su dueño, Don Julián Santana, encontró en la década de los cincuenta el cuerpo de una niña flotando después de morir ahogada. A partir de esa fecha, y hasta la muerte de Don Julián, el espíritu de la niña aparecía a medianoche llorando, provocando el terror del propietario de ser llevado por la aparición. Con el propósito de ahuyentar y de calmar al espíritu, él empieza a recolectar muñecas de los canales y de la basura. Las pone por toda la casa, amarradas de su cerca, o colgadas con alambres en los árboles, puertas y ventanas. No le importaba si estaban sucias, quemadas o rotas. Lo importante era tranquilizar a la niña y alejar otros espíritus malignos. Él vivió siempre solo y, a los 80 años Don Julián muere misteriosamente ahogado también, dejando casi 2,200 muñecas en este tétrico lugar, de las cuales se dice que cobran vida en la noche.

Dirección: San Lorenzo Tlacoyucan, Xochimilco

Antiguo Convento de la Concepción.

Este convento se ubica en pleno corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México. Fundado en 1540 por Fray Juan de Zumárraga, primer arzobispo e inquisidor de la Nueva España, se le cataloga como el más antiguo de México. Se hablan de un sinfín de historias, pero la más famosa se enfoca en Doña María Gil, joven hermosa y acaudalada, quien en los tiempos de la colonia se enamora perdidamente de Don Urrutia. Los hermanos de ella se opusieron a esta relación argumentando diferencia de clases e intervinieron ofreciéndole a él dinero para irse a vivir a Veracruz. Gracias a esta enorme decepción, ella decide convertirse en monja y quedarse en este convento, pero al no superar el dolor, decide finalmente ahorcarse en un árbol de durazno. Las hermanas deciden enterrarle en el cementerio del Convento y se dice que, tiempo después, su silueta empezó a aparecer a las monjas que vivían en ese claustro. Incluso se tuvo que prohibir la salida de las recamaras después de las 6 de la tarde. La iglesia hoy en día ofrece servicios de misa, aunque no mucha gente asiste.

Dirección: Belisario Domínguez 5, Centro Histórico, CDMX 06010

Casa Moira.

Esta casa es conocida como la más embrujada de la Ciudad de México. La historia cuenta sobre un niño de 8 años llamado Marco, que en los años 70’s entró sin razón aparente a la casa. Jugaba frente a ella y vio una puerta abierta, así que simplemente entró sin ningún obstáculo. Al recorrer su interior, encontró en una habitación el cuerpo de un pequeño niño colgado. Marco salió de ahí a toda velocidad y contó la historia, pero al regresar acompañado a revisar la casa y no encontrar nada, nadie le creyó. Años después Marco regresó al tétrico lugar tratando de indagar algo que demostrara la veracidad de su historia, sin embargo, sin explicación alguna no regresó a su hogar. Días después lo encontraron en el lugar, colgado, igual que el niño que dijo haber visto.

Grupos espiritistas trataron de aprovechar el lugar para sus sesiones, lo cual resultó imposible por los fenómenos que detectaron. Se han hecho estudios paranormales, llegando a la conclusión que el lugar representa un peligro para sus visitantes. Nosotros la visitamos y extrañamente encontramos una luz interna encendida.

Dirección: José Vasconcelos 125, Col. San Miguel Chapultepec, CDMX 11850

La Casa Negra.

A esta imponente casa de estilo porfiriano se le nombra así por haber albergado a enfermos de tifoidea durante la pandemia de 1935, la cual se expandiría con gran rapidez y produciría una insuficiencia del sistema hospitalario. Esta enfermedad se catalogó como un mal que se obtenía como castigo por parte de entes diabólicos. El miedo en los alrededores era inminente, así que los vecinos decidieron librarse del peligro incendiando la casa. En su interior se encontraban enfermos y personal médico, incluidos mujeres y niños, que murieron calcinados y asfixiados al bloquearles todas las posibles salidas.

Al pasar de los años, el dueño de la casa la reparó y vendió a la familia Mondragón, un matrimonio adinerado con 3 hijos, sin embargo, tiempo después los encontraron una mañana muertos sin razón aparente. Al no ubicar a sus familiares la casa cayó en abandono y pasó a manos del gobierno.

A partir de esa época se dice que los espíritus de los que murieron aún deambulan por la propiedad. Se escuchan gritos y portazos, y dicen las malas lenguas que, si alguna persona quiere entrar, es empujada hacia afuera. Actualmente la casa ha quedado en el abandono total, pues ni siquiera los indigentes han podido pasar la noche dentro de ella sin presenciar eventos paranormales.  Hoy en día su fachada luce cubierta de grafitis, y sobre la banqueta se han instalado varios puestos ambulantes de comida. Los vendedores nos platicaron que algunos de ellos se van temprano para no arriesgarse, y otros tantos comentan que, a partir de las 10 de la noche, el ambiente empieza a cargarse de una energía negativa muy fuerte, sin embargo, la necesidad les obliga a quedarse trabajando hasta las 2 de la mañana vendiendo tacos.

Dirección: Álvaro Obregón 191, Col. Roma Norte. CDMX 06700

La Casa de las Brujas.

La nombran así por la similitud que tiene su fachada y techos con el sombrero de una bruja. Su construcción data de 1908 y en uno de sus apartamentos, a mediados del siglo XX, vivió Bárbara Guerrero, una curandera o chaman muy famosa en todo el país. Se dice que era tan milagrosa que incluso artistas y políticos importantes solicitaban sus servicios. Se le conoció también como “Pachita” y, con la fama, muchas historias giraron a su alrededor, cuestionando los métodos que usara para sanar a sus pacientes. Se dice también que utilizaba básicamente herbolaria y que, para operaciones quirúrgicas, nunca contó con la anestesia adecuada, lo que provocaba terroríficos gritos de dolor. Posteriormente se descubrió que, lejos de herbolaría, lo que realmente usaba era magia negra y que sus rituales eran muy poderosos.

Toda esta energía queda en la casa develando efectos paranormales como gritos desgarradores, sombras de entes deambulando, llaves de agua que se abren, ruidos de todo tipo y puertas que se abren y cierran solas. Se dice que al pasar en la noche por el frente de la casa aún se escuchan esos gritos y ruidos.

No obstante estos terroríficos hechos, el edificio de departamentos fue remodelado debido a daños ocasionador por el terremoto de 1985 y a la fecha continúa habitado. Lo visitamos y pudimos observar que, en su planta baja, existen un par de cafeterías a las cuales la gente asiste para tomar algo calientito y ver si logran percibir algo.

Dirección: Plaza Río de Janeiro 56, Col. Roma Norte, CDMX 06700

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