5 Vinícolas Imperdibles en Valle de Guadalupe

Hablar de Baja California es hablar sobre vino. Gracias a su clima tipo mediterráneo, muy similar al del suroeste francés, la ruta del vino comprendida entre los valles de Guadalupe, San Antonio, Ojos Negros, Santo Tomás, San Vicente, La Grulla, Tanamá, Las Palmas y San Valentín producen 2 millones de cajas anualmente, prácticamente el 90% de la producción vinícola en México, y se estima reciben cerca de 1 millón de visitantes cada año. Tan sólo para las Fiestas de la Vendimia, el Valle de Guadalupe, tal vez uno de los más conocidos, acoge a más de 30 mil personas. Y si ello fuera poco, el Valle de Guadalupe es reconocido gastronómicamente por ser una de las principales localidades con el estilo culinario Baja Med y se posiciona como uno de los destinos turísticos más importante en gastronomía en el país.

Aquí te presentamos 5 de las bodegas que consideramos son las más representativas. Esperamos este listado pueda servir de guía para todo aquel visitante primerizo. ¡Salud!

BRUMA

Bruma es un tesoro en la Ensenada que deleita a locales y foráneos con sus vinos, sus paisajes, su gastronomía y espacios para hospedaje. Un lugar de ensueño, perfecto para desconectarse de la agitada vida y reconectarse con uno mismo, donde la naturaleza, los sabores y la relajación se encuentran para darte una de las mejores experiencias de todas.

Nace en 2007 gracias al sueño de ocho amigos enamorados del Valle de Guadalupe que decidieron apostar por esta mágica región. El proyecto, creado por el arquitecto mexicano Alejandro D’Acosta bajo un concepto de arquitectura sustentable, consta de un hotel boutique con unas 40 habitaciones, restaurante spa, rancho y club hípico y, por supuesto, la vinícola.

Su restaurante Fauna, cuyo concepto ha sido desarrollado por el chef David Castro, es una mezcla de puro sabor mexicano y una carta de vinos de la propia vinícola de Bruma. Su creador trabaja día con día en un menú experimental, ofreciendo a sus comensales una nueva experiencia diariamente.

La vinícola abrió sus puertas en 2017. Cuenta con 80 hectáreas, de las cuales 22 están plantadas y 20 en producción. Las uvas tintas se encuentran esencialmente en los arenales de la propiedad, cultivando principalmente Cabernet Sauvignon, Petite Sirah, Mourvèdre, Grenache, Malbec, Merlot, Carignan, Sangiovese, Cabernet Franc y Barbera.

Su enóloga Lulú Martínez Ojeda estudió Viticultura y Enología en Burdeos, Francia. Tras 13 años de experiencia en Bodegas Grand Cru en Burdeos, regresó a su natal Ensenada para continuar su trayectoria. Se unió al equipo de Bruma en 2016 como consultora, y para la añada de 2019 decide integrarse de tiempo completo como enóloga, socia y directora general.

La filosofía detrás de cada una de sus etiquetas es dejar que el terruño y los varietales se expresen de la manera más auténtica posible. La línea conductora de los vinos busca respetar siempre la complejidad aromática, la frescura y la elegancia en cada botella.

CASA DE PIEDRA

Casa de Piedra nace como un proyecto de inspiración familiar en el año 1997. La idea motora es, y siempre ha sido, obtener vinos que estén caracterizados por su “origen”. En sus elaboraciones han buscado resaltar los elementos que conforman el sitio donde se cultivan las uvas.

Desde que iniciaran esta singular aventura, han pasado por los molinos de la casa 23 vendimias. Hasta el momento, han liberado 20 cosechas que tratan de reflejar una sensibilidad enológica supeditada al contexto al mantener siempre una escala que les permita cuidar cada botella y así, imprimirle en lo posible la personalidad del terruño. Su compromiso es trasladar los sabores y experiencias de la tierra donde viven, a través de los vinos que ofrecen.

Su enólogo, Hugo Enrique D´Acosta López, es un vitivinicultor mexicano, egresado de la Escuela Superior de Agronomía de Montpellier Francia y de la Universidad Agraria de Turín. Italia. Trabaja en Baja California desde 1988 donde colaboró por varias cosechas para Bodegas de Santo Tomás. Actualmente es responsable directo de varios proyectos, entre ellos Casa de Piedra, Paralelo, Aborigen, Firmamento, y los proyectos de ultramar La Borde Vieille y Felluns en el Roussillon francés. A nivel nacional lidera las tiendas de vino La Contra e Intervino, las cuales tienen como objetivo principal llevar el vino mexicano al consumidor final de una manera clara y transparente. Actualmente, junto con productores baja californianos, desarrolla el proyecto Tropósfera, esfuerzo que busca el entendimiento de vino sin una frontera definida. Auto describe su enología como “El vino hecho en el viñedo”. Fuerte impulsor de la diversidad enológica y la complementariedad de los actores.

ROGANTO

En el año de 1987, dos Ensenadenses, Rogelio Sánchez del Palacio y Antonio Luis Escalante Domínguez, dada la pasión que tenían por el vino, emprendieron un proyecto para elaborar vino haciendo diferentes añadas hasta que, en el año de 2001, se vinificó la primera cosecha con fines comerciales produciendo un total de 125 cajas.A partir de entonces, se adquirió el equipo necesario hasta integrarse totalmente en instalaciones ubicadas en la colonia El Ciprés en Ensenada B.C. en donde se llevó acabo todo el proceso del vino, desde recibir y seleccionar las uvas, procesarlas, añejar el vino, hasta embotellar y etiquetar en sus diferentes salas.

En el año 2017 Bodega Roganto inauguró para la vendimia la primera etapa de su nueva nave agroindustrial en pleno Valle de Guadalupe, situación que permitió un incremento en la producción de hasta 15,000 cajas anuales, además de tener una presencia constante en el valle. Estas nuevas instalaciones permiten a la vinícola tener una capacidad de producción de 20,000 cajas anuales en sus diferentes salas, a las que añadirán próximamente sala de degustación.

Los viñedos están continuamente en expansión y actualmente se cuenta con 31 hectáreas en producción y 10 en proceso de siembra y desarrollo. Algunos de los varietales que ha vinificado Bodega Roganto son Sauvignon Blanc, Chardonnay, Pinot Noir, Tempranillo, Cabernet Franc, Merlot, Cabernet Sauvignon, Nebbiolo, Malbec, Mourvedre, Grenache, Syrah, Petit Verdot, Albariño, y Marselán. Las uvas provienen principalmente del Valle de San Jacinto, pero también procesan uvas de los valles de Guadalupe, Santo Tomás, San Antonio de las Minas, Ojos Negros, San Vicente, y Maneadero. Para madurar, se utilizan barricas de roble francés, ruso, húngaro, y americano. Esta variedad en robles complementa las características principales organolépticas, y junto con la madurez y guarda le da a nuestros vinos un alto nivel de calidad. La estupenda calidad de sus uvas, la excelencia en sus procesos de elaboración, fermentación, añejamiento y embotellado, aunado al movimiento en sus instalaciones, han creado una leyenda entre los sommeliers acerca de sus vinos: “Roganto es como el diablo: todo el mundo habla de él, pero nadie lo ha visto.”

Los vinos de Roganto son vinificados bajo la supervisión de Ing. Antonio Luis Escalante Domínguez, y cuentan con 19 diferentes etiquetas, sin embargo, algunas de sus más representativas son:

VIÑA DE FRANNES

Viña de Frannes se originó casi por un sueño. Su fundador y vitivinicultor, el Sr. Ernesto Álvarez Morphy Camou, llegó al Valle de Guadalupe en la década de los 80’s después de una extensa trayectoria como constructor y desarrollador de grandes proyectos. Inmediatamente supo que tenía que hacer algo aquí. En un principio fundó Chateau Camous con la intención de producir vino mexicano que pudiera competir en calidad con los mejores del mundo, pero no es sino hasta el 2008 cuando comienza su segundo proyecto, Viña de Frannes, con el objetivo de lograr la vinificación perfecta.

Actualmente el proyecto se encuentra asesorado por Michel Rolland, enólogo francés basado en Burdeos, cuya fama se debe principalmente a las consultorías que realiza fuera de Francia y que lo han diferenciado de sus compatriotas. El estilo que ayuda a lograr en las bodegas es fructífero, y está influenciado por el roble, una preferencia compartida por el influyente crítico Robert Parker.

El viñedo fue plantado en la década de los 30 y modernizado en los años 80, entrenado en lira adaptándose a la geografía del lugar para lograr una óptima maduración de los frutos, con la finalidad de obtener la mejor materia prima para sus vinos. Cuenta con 25 hectáreas en producción, con una densidad de 4,500 plantas por hectárea, y un rendimiento de 2 kg. por planta. Sus principales varietales son Cabernet Franc, Merlot, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Chardonnay y Sauvignon Blanc, con las que se producen principalmente tres diferentes líneas de vinos:

EMEVÉ

Vinos Emevé nace de la pasión por el campo, los viñedos, el vino y la inquietud del Sr. Mario Villareal por incursionar en el mundo de la vitivinicultura, no obstante que su vida la dedicó principalmente a otros negocios.

La marca Emevé tiene su origen en las iniciales del Sr. Mario Villareal, en vez de MV, se escribe la marca de los vinos de manera fiel a como se pronuncia, quedando finalmente como Emevé.

Comenzó a sembrar uvas en el año 2004, y para el 2006, tuvo su primera producción de vino. No obstante ello, esta primera producción no estuvo en venta al público sino que únicamente se compartió y disfrutó con familiares y amigos en Valle de Guadalupe. Para el año 2008, al ver la calidad y el éxito del vino, el Sr. Villarreal decidió comercializar el producto de la vinícola.

Actualmente Emevé cuenta con 18 hectáreas. Inició con uvas como Cabernet Sauvignon, Shiraz, Cabernet Franc y Merlot, y a la fecha el viñedo se complementa también con uvas Malbec y Chardonnay. Dentro del viñedo se encuentra la vinícola, la boutique, la casa, y un huerto de árboles frutales.

En Emevé el vino se almacena en barricas de roble de procedencia húngara, francesa y americana para conseguir el sabor y aroma adecuado en cada vino. Estas barricas son importadas desde que se realizó la primera cosecha. Actualmente cuenta con aproximadamente 180 de ellas, mismas que se utilizan una sola vez ya que, para las nuevas producciones se emplean nuevas barricas, y las que ya han sido utilizadas se venden a particulares para la producción de vino casero.

Su enólogo, Alejandro Lonnberg Humme, es originario de Santiago de Chile, lugar donde realizó sus estudios en Enología en la Universidad de Chile, comenzando su trayectoria en Viñas Concha y Toro. Hacia los años 2003 y 2004 decide probar suerte en México, y desde entonces ha colaborado con casas de la talla de la Casa Pedro Domecq, Adobe Guadalupe, y personalidades como el afamado enólogo Hugo D’Acosta. En el año 2013 empieza a asesorar a Vinícola Emevé, teniendo a su cargo todas sus líneas de vinos, con la idea de producir vinos boutique de calidad, no muy complejos, en lo que se manifiesten los sabores frutales, una consistencia redonda en boca y que sean amables al gusto. Sus principales etiquetas son:

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